Inicio | Lifestyle | Lifestyle | Conducción segura en condiciones adversas
06 Oct 2025

Conducción segura en condiciones adversas

Siempre que estemos al volante hay que permanecer en alerta y extremar las precauciones ante cualquier situación. Cuando llega el frío, pueden aparecer fenómenos meteorológicos más frecuentes que complican la conducción.

Es importante saber cómo actuar a la hora de empezar un viaje en carretera, ya que, durante la época de otoño e invierno, las temperaturas son más bajas, los días más cortos y comienzan los temporales de lluvia. Por eso, es muy importante estar al pendiente de cómo conducimos nosotros y cómo va el tráfico.

Actualmente, los sistemas ADAS nos ayudan a hacer nuestros trayectos más seguros. De todos modos, es importante saber cómo actuar ante situaciones de mal tiempo en carretera.

Antes de salir de casa

Independientemente de que el viaje sea corto o largo, antes de iniciar la marcha, es muy importante asegurarnos de que estamos en las mejores condiciones, planificar la ruta teniendo en cuenta que pueden surgir inconvenientes y que el vehículo está al día en sus mantenimientos.

Hoy en día, contamos con la tecnología que nos permite saber el estado del tiempo en una localización exacta. Debemos evitar conducir cuando haya alertas meteorológicas, condiciones extremas o si no nos sentimos seguros.

En cuanto al mantenimiento del vehículo, hay una serie de elementos que es recomendable que revisemos.

  • Revisar los líquidos, como el líquido limpiaparabrisas y el nivel de anticongelante.
  • Las escobillas tienen que estar en buenas condiciones y limpias para poder despejar el agua y la suciedad del parabrisas.
  • Para reducir el vaho interior que se forma por el frío y la humedad, es necesario encender el aire acondicionado y el sistema de desempañado.
  • Utilizar los neumáticos de invierno si es necesario y comprobar que las ruedas estén en buen estado y con la presión adecuada.
  • Revisar el funcionamiento de todas y cada una de las luces del coche, es importante ver y ser vistos con antelación.

 

La lluvia

La aparición de agua reduce la adherencia al pavimento y disminuye la visibilidad, por lo tanto, conducir con lluvia requiere más atención, mayor control sobre el volante, pedales y cambios.

  • Primero debemos reducir la velocidad, así ganaremos más tiempo de reacción y disminuiremos la distancia de frenado.
  • Hay que aumentar dos o tres veces la distancia de seguridad con el vehículo que tenemos delante, porque los neumáticos pierden capacidad de detenerse y aumenta la distancia de frenado.
  • Evitar las maniobras bruscas, pegar acelerones o frenazos causan pérdidas de tracción.
  • Utilizar las luces de cruce y las antiniebla, si la lluvia es muy intensa, nos ayudan a ser más visibles.
  • Anticipa el comportamiento de otros vehículos, es posible que no estén controlando la situación como merece.
  • Anticiparse al comportamiento de otros vehículos para evitar accidentes, no siempre controlan la situación como deben.

Es importante evitar los charcos, porque se puede producir aquaplaning, es decir, los neumáticos pierden contacto con el asfalto. En el caso de que ocurra, debemos sujetar el volante con firmeza y, sin aumentar la velocidad, hay que esperar a que los neumáticos recuperen tracción.

 

La niebla

La niebla reduce la visibilidad y la capacidad de reaccionar ante cualquier obstáculo, así que debemos conducir más despacio, evitar los adelantamientos y aumentar la distancia de seguridad para conseguir más tiempo para poder reaccionar. Más cosas a tener en cuenta:

  • Si la visibilidad es menor a 100 metros, hay que encender las luces antiniebla delanteras y traseras.
  • No se deben de utilizar las largas si la niebla es densa o las antiniebla si las condiciones son relativamente buenas porque pueden deslumbrar.
  • Si la niebla es densa, podemos bajar ligeramente las ventanillas para escuchar la proximidad de vehículos de motor.
  • Para mantenernos en la vía, podemos ayudarnos con las líneas y señales del pavimento.
  • Como el tiempo de reacción es bajo debido a la baja visibilidad, es importante no detenerse en la calzada porque puede ser un grave peligro para nosotros y para los demás conductores.

¿Qué hacemos en caso de charcos de agua?

En el caso de encontrarnos con inundaciones, hay que actuar según la altura del agua. A unos 30 centímetros pueden empezar problemas como perder la tracción o que empecemos a flotar. No debemos atravesar el charco a una velocidad superior a los 5 km/h porque podríamos generar olas que podrían cubrir el vehículo, reducir aún más la visibilidad y, a según qué altura puede afectar al motor y que este deje de funcionar.

Si el agua está en movimiento, atravesar un cauce superior a 20 cm es muy peligroso.
En un caso extremo de que el coche empieza a sumergirse, abrir las puertas puede resultar muy difícil. Lo mejor sería bajar las ventanillas o romperlas para poder escapar por ellas. Si esto no es posible, habrá que mantener la calma y dejar que el vehículo se vaya inundando hasta que se iguale la presión y sea más fácil abrir las puertas.

Lo más recomendable es salir del coche. Aunque parezca un lugar seguro, hay que salir y llegar a un punto alto donde pedir ayuda.

 

Nieve o niebla en la carretera

El hielo y la nieve provocan situaciones muy complejas que muchas veces requieren de experiencia previa. En estos casos lo mejor es utilizar marchas largas y seguir las marcas que dejan los demás vehículos para que las ruedas no patinen.

Si las señales de la carretera lo piden, hay que utilizar cadenas para los neumáticos y no pasar la velocidad marcada que no suele superar los 50 km/h. Habrá que quitarlas en asfaltos secos o mojados, para no dañar la superficie de la carretera ni los neumáticos. Como alternativa a las cadenas podemos optar a los neumáticos de invierno y, muy importante, no perder la concentración.

 

El viento

El viento no es tan peligroso como los anteriores mencionados, pero también genera situaciones complicadas, sobre todo en espacios abiertos, puentes, túneles y zonas montañosas. Te dejamos estos consejos.

  • Sujetar el volante con firmeza, para realizar correcciones ante las ráfagas que pueden mover el coche.
  • Reducir la velocidad para conseguir menos tiempo de reacción.
  • Ampliar la distancia de seguridad con otros vehículos y evitar movimientos bruscos.
  • Los adelantamientos pueden volverse muy delicados, porque la intensidad del viento puede cambiar de forma al sobrepasar a otros vehículos más grandes, como camiones o buses, que son más propensos a ser desplazados por su superficie lateral.
  • La carga y el equipaje exterior han de estar bien sujetos y que sobresalgan lo justo porque pueden desestabilizar la conducción.

 

En BYMYCAR contamos con vehículos con tecnologías ADAS que pueden ayudarte a hacer tu conducción más segura.

 

 

_La revista web de automóviles de

¿Quiénes somos? | bymycar.es

BYmy)CAR es el primer grupo francés independiente de distribución. Las marcas distribuidas representan una gama amplia y complementaria. Marcas premium, generalistas o low cost componen una oferta para todos los gustos, necesidades y presupuestos.

Síguenos

Copyright © 2025 BYmyCAR. Tous droits réservés.